Lamentablemente no me lo han enseñado en la escuela. Tampoco en mi familia. Todos están tan atareados haciendo cuentas para pagar las "cuotas del mes". Nos quejamos todos del escaso ingreso con que cuenta la familia. Cada integrante tiene uno, dos o más empleos.
Todo tiene dueño. A fin de mes ya sabemos exactamente a donde va ir a parar nuestros ingresos. Cuotas de colegio, cuotas de préstamos, pasaje, alimentación. Después ya no nos queda un guaraní para otros gastos.
Si bien es cierto que no nos alcanza para comprar adicionales a lo que teníamos previsto, les puedo asegurar que pagamos el doble de interés de los importes que hemos solicitado a los bancos y financieras, que hoy están tan en boga. Nos cuesta mucho hacer un presupuesto y más aún organizar nuestros ingresos, para que -no pase el quince- antes del fin de mes no tengamos que solicitar "adelantos" a nuestros empleadores. No nos enseñan a ahorrar. No tenemos esa cultura. No lo hacen en la escuela y no lo harán. Si los padres no han ahorrado, los hijos menos. Con los intereses que pagamos a las empresas -usureras o no- que financian nuestros sueños hechos realidad, hubieramos accedido a más bienes. Lo que pasa es que todo lo queremos "ahora" "ya mismo" entonces nos cuesta esperar. Esperar el tiempo que nos va llevar ahorrar para comprar al contado un equipo de sonido, un celular, un living o el plasma que tanto deseamos. Cuesta darle tiempo al tiempo. Cuesta cambiar de hábitos cuando éstas no son las más sanas, como tomar coca cola ligth con una aceitosa hamburguesa... Una pizca de entusiasmo, y lo que pagamos en doce cuotas, lo podemos conseguir en tres meses de ahorro.
¿Te animás a ahorrar por lo menos tu tiempo?
