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CORTAR A LOS CHARLATANES


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MEDIOS

Estamos en un panel o en una mesa redonda. El moderador saluda, presenta a los expositores y expositoras, y advierte que cada uno tendrá 15 minutos para su ponencia. A continuación, habrá media hora para las preguntas del público. 

¿Qué suele ocurrir en estos casos, sea en la cabina de la radio o en un auditorio abierto? Comienza a hablar el primer panelista. Cinco minutos, diez minutos… El público se aburre pero tiene la esperanza de que el expositor pronto se callará. Pero éste sigue hablando. Veinte minutos, veinte y cinco… Por fin, termina y empieza el segundo ponente. Sucede lo mismo, veinte y cinco minutos o media hora de bla-bla-blá. La tercera ponente no va a quedarse atrás y empleará otra media hora. Al final, el moderador abre el turno de las preguntas, pero apenas quedan cinco minutos para concluir el panel. Un señor pide la palabra y, sin formular ninguna pregunta, se echa un pequeño e insoportable discurso que el moderador tampoco sabe cortar. Y termina el panel. 

¿Resultado? El público presente se retira molesto o frustrado. De la audiencia radiofónica no hablemos. Hace rato que cambió de emisora. 

Para evitar estas situaciones incómodas, te ofrecemos algunos métodos para cortar a los charlatanes y darle un mejor ritmo a tus paneles o mesas redondas. Estos consejos puedan aplicarse en un auditorio o en la cabina de la radio.


 EL PAPELITO 

El método más conocido y practicado por los moderadores es pasarle a quien está hablando un papelito donde dice LE QUEDAN TRES MINUTOS. Al rato, otro papelito que dice LE QUEDA UN MINUTO.

Pero como el charlatán no hace caso de las advertencias, el moderador o la moderadora no saben qué hacer. Por un falso respeto, no se atreven a cortarlo.

Este método funciona… si quien modera aprende a decir una frase graciosa que obliga a terminar la exposición. De lo contrario, en vez de papelitos, hará un papelón.

 LA TIJERA

Siguiendo el ejemplo del joven Manos de Tijera, algunos moderadores señalan el tiempo previsto para cada panelista, y les muestran una tijera grande, lo más grande posible. Cuando faltan tres minutos, el moderador la levantará. Y cuando el tiempo se haya agotado, comenzará a tijeretear para indicar que la ponencia debe terminar. 

Lo humorístico de la tijera permite controlar el tiempo con más facilidad. 


 EL VASO Y LA CUCHARITA

Otro método para cortar a los charlatanes, similar al anterior, es tener un vaso vacío y una cucharita. Cuando faltan tres minutos para concluir el tiempo establecido para cada expositor, quien modera da un toque en el vaso. Cuando faltan dos, da dos. Y cuando apenas falta uno, toca tres veces. 

El sonido agudo del cristal suele hacer callar a los incontinentes verbales. Si no surte efecto, el moderador puede llenar el vaso con agua, ofrecérselo al expositor y dar por concluida su intervención. 


 LAS TARJETAS DE FÚTBOL

El moderador o la moderadora llevan a la mesa dos tarjetas grandes, una amarilla y otra roja. Cuando explican la metodología a seguir, advierte que sacará la tarjeta amarilla cuando queden 3 minutos de exposición. Y la roja cuando el tiempo se haya agotado. También pedirá al público presente que, cuando vea la tarjeta roja, comience a aplaudir. Esto dejará al charlatán con la boca abierta.


El método de la tijera, el vaso y las tarjetas puede aplicarse también a quienes intervienen para hacer preguntas y aprovechan la ocasión para explayarse en un pequeño discurso. 

Sobre Juan Edgardo Lezcano

Facilitador de Talleres de Comunicación y TIC´s. Fundador de LEZCORP y Director de Editorial de Medios, Publicidad y Eventos. En twitter @edLEZ