No somos la luz en cuanto al uso de tecnologías se refiere, pero lo poco que aprendimos lo utilizamos, no se si para bien o para mal.
El acceso a la tecnología aun no esta muy difundida. El común del pueblo no cuenta con acceso a internet desde sus hogares. La gran mayoría accede desde sus respectivos lugares de trabajos. Tanto que muchas empresas han optado por bloquear inclusive el acceso a distintas y multiples páginas amarillas.
El uso masivo se limita aun a los ciber cafes o telecentros comunitarios, y los usos van desde la busqueda de información para una que otra tarea estudiantil hasta levantes y citas, como bien sabemos.
Los costos para el acceso a internet aun siguen siendo muy altos para que llegue a masivizarse su uso. Las instituciones encargadas a nivel gobierno, no tienen siquiera la intención de liberar "realmente" el acceso a internet y exigir su calidad.
Por otro lado, muchos aprovechamos a full el acceso a esta herramienta. Nos mantenemos informados al instante y damos a conocer nuestras opiniones en cuestion de segundos. Podemos crear y recrear nuestras opiniones dentro de la red y publicarlos. Pero, ¿quienes nos leen? Tenemos una gran necesidad de hacernos escuchar, hacernos sentir y por sobre todo expresarnos sin censuras. En internet no tenemos limites ni techos.
Es necesaria la conciencia de usuario, la etica profesional y la confianza para que en las oficinas no tengan que limitarnos su uso.
La cuestión siguiente es ¿para qué usamos realmente nuestra conexión a internet? ¿la aprovechamos realmente? Esas son preguntas que solo cada uno podemos responder, con la debida sinceridad.
J.Edgardo Lezcano | j.lezcano@hotmail.com
