¿Es cuestion de tolerancia?

La cosa es totalmente diferente cuando la tortilla vira y tengo que ser yo quien acepte a los demás. Siempre exijo que me acepten como soy, que son mala ondas y un montón de cosas mas cuando soy yo el centro del sistema solar.

Me cuesta. Me esfuerzo mucho. Me causa gracia. Me asombro. Me asusto. Son demasiadas sensaciones todas juntas. Me cuesta adaptarme. Realizando una entrevista a los blooger de la ciudad de Luque con unos alumnos de la universidad donde trabajo, me impresiono al principio, pero al descubrirlos como personas, como gente, como amigos; la cosa fue diferente.
Sus ropas, peinados, risas, abrazos... los flogger son un mundo dentro de nuestro mundo.
Son tildados de homosexuales, travestis, tarados los hombres de esta tribu urbana. Las chicas de locas, y de querer llamar la atención... y la verdad que si. Según contaron son tranquilos, no se pelean con nadie, no buscan rivalidad, solo les gusta vestirse de manera diferente, juntarse y bailar electronica, y salir a pasearse mostrandose por las calles y sitios de encuentro.
Dicen que aún les gritan en las calles, les discriminan y hasta los excluyen de sitios como centros de compras, discotecas y muchos otros locales.
Pero bien, la tolerancia es un ejercicio conjunto que debemos practicar, inclusive yo porque me consideraba lo suficientemente abierto, pero no era tanto asi.

J. Edgardo Lezcano | j.lezcano@hotmail.com