Ayer, después de una osadía para tomar fotos en los cerros de Paraguarí, he presenciado una de las -muy comunes- situaciones que el común del pueblo debe pasar cotidianamente. Bajé del bus y en la parada se encontraban dos chicos "olimperos" esperando colectivo que los acercaría a sus hogares luego del "partido" de fútbol. Gran sorpresa me he llevado cuando un grupo de -cerca de 10 personas- también olimperos -supongo por su indumentaria del mismo equipo- se les acerca y les sacan la remera, el calzado deportivo, la billetera y hasta el jeans. Huir a tiempo no es cobardía, pensé. Qué podía hacer con otros contendientes más alli en la calle. En fin... Como se puede ser un ciudadano honesto en este país donde el mas simple de los habitantes está supeditado a la inseguridad, a la violencia, al deporte que "es salud" pero no honestidad ni respeto a la persona.
Y pensé. Millones y millones de guaraníes se gastan en publicidad, tengo hasta los cogotes -desde el terere, la yerba, el calzado, la remera, la mayonesa, los comestibles y hasta el asado- el bicentenario. Puras publicidades, bla bla de siempre sin resultado efectivo. Creo que estos "derroches" publicitarios deberían orientarse a la inversión en mas seguridad ciudadana, más educación para sacar a estos chicos de la calle, la indigencia y la mendicidad, más trabajo, más oportunidades de negocio y por sobre todo más control de las actividades internas en la administración de la seguridad y orden.
Son policías, huyamos! es la reacción constante de la gente. Demasiada corrupción ambiente. Desde el más pequeñito "ta´yra" hasta el "manguruju" de más alto vuelo están salpicados de corrupción, araganería y desidia en sus lugares de trabajo.
Este es el bicentenario que me toca vivir. Doscientos años y casi la mitad de corrupción, desidia, indignación e impunidad. ¿Tengo algo para "festejar"?
