Contablemente hablando, un vehiculo cualquiera, tiene una vida útil de cinco años. Luego pasa por un proceso de depreciación y se los "dá de baja" es decir, se los consideran inservibles, inutilizables y no rentables para la empresa propietaria de dicho rodado. Para la compra de vehículos usados importados -sea la procedencia que sea- nos vienen con diez años de uso, lo que exige mayor cuidado mecánico de motor y conservación...
En ningún otro país del mundo "utilizan" un Mercedes Benz de taxi. Tampoco amenazan con que se arreglen las calles para "mantener" en condiciones los vehículos. En ningún otro país del mundo, los colectivos de transporte público tienen una vida "útil" mayor a cinco años. En la nuestra, se pelea por treinta -y no son los propietarios, sino los choferes- que no redunda en beneficios, ni para los conductores de estos buses y menos aún para los usuarios de este servicio.
En un país medianamente organizado, los pasajes se cobran de manera diferenciada. Buses buenos y con mayor comodidad de categoría turística, un poco más caro que el que se usa cotidianamente.
El paisaje paraguayo se ve adornado con chatarras. Vemos vehículos lanzando humos a diestras y siniestra. Como caso simpático, los fiscalizadores del transporte -anga- se colocan con sus aparatos frente a los caños de escape -y vaya escape- de los automotores para comprobar lo que a simple vista se nota "NO está en condiciones de circular por las rutas del país".
No es caso irrisorio que este tipo de temas estén aún en agenda. Ya en otros países, esto NO se discute, pero seguimos en estas. Dada la "coyuntura" [palabra nada divertida] siguen estos temas al tapete. En el transcurso del debate, es importante tener en cuenta al "usuario" en todas las negociaciones. Quienes son los que sufren día a dia este nuevo flagelo.
Los usuarios del transporte publico -tanto común como diferenciado- tienen que soportar la desidia, tanto de las autoridades -que una y otra vez ceden ante cualquier presión de índole que sea- como la de los empresarios y empleados que no tienen visión a futuro.
Que la instantaneidad, la urgencia y las soluciones apresuradas no sean más el pan nuestro de cada día. Cada cosa a su debido tiempo. Necesitamos leyes, normas y reglas que "ordenen" el caos vehícular existente en el país. La desidida y anarquía existente permite que esto suceda y continue eternamente nuestro martirio.
¿Te animás a salir del molde y debatir este tema en tu entorno?
TEXTO: Juan Lezcano
FOTOS: Internet [Ultima Hora Digital]
En un país medianamente organizado, los pasajes se cobran de manera diferenciada. Buses buenos y con mayor comodidad de categoría turística, un poco más caro que el que se usa cotidianamente.
El paisaje paraguayo se ve adornado con chatarras. Vemos vehículos lanzando humos a diestras y siniestra. Como caso simpático, los fiscalizadores del transporte -anga- se colocan con sus aparatos frente a los caños de escape -y vaya escape- de los automotores para comprobar lo que a simple vista se nota "NO está en condiciones de circular por las rutas del país".
No es caso irrisorio que este tipo de temas estén aún en agenda. Ya en otros países, esto NO se discute, pero seguimos en estas. Dada la "coyuntura" [palabra nada divertida] siguen estos temas al tapete. En el transcurso del debate, es importante tener en cuenta al "usuario" en todas las negociaciones. Quienes son los que sufren día a dia este nuevo flagelo.
Los usuarios del transporte publico -tanto común como diferenciado- tienen que soportar la desidia, tanto de las autoridades -que una y otra vez ceden ante cualquier presión de índole que sea- como la de los empresarios y empleados que no tienen visión a futuro.
Que la instantaneidad, la urgencia y las soluciones apresuradas no sean más el pan nuestro de cada día. Cada cosa a su debido tiempo. Necesitamos leyes, normas y reglas que "ordenen" el caos vehícular existente en el país. La desidida y anarquía existente permite que esto suceda y continue eternamente nuestro martirio.
¿Te animás a salir del molde y debatir este tema en tu entorno?
TEXTO: Juan Lezcano
FOTOS: Internet [Ultima Hora Digital]