01. Plaza ITALIA
La primera es la plaza Italia. Asediada desde hace tiempo por los nativos que vienen arreados por sus dirigentes, a veces sin saber de que se trata y otras bajo promesas falsas.
La plaza Italia está preparada para eventos artísticos al aire libre, es decir tiene en el centro un pequeño anfiteatro que servía para la realización de diversas actividades, tiempos eran aquellos…
No es que se encuentre dejada ni con falta de atención. Los vecinos y la municipalidad local se encargan muy a menudo de embellecerlo, plantan flores, pastos, cuidan el piso, el pasto, el bañito que tenía el lugar. Y esta atención sucede muy seguido. Solo que cuando vienen los “invasores” la dejan destrozada, al punto que nada de nada sirve. Y la historia se repite una y otra vez; cuando éstos terminan de arreglarla, los nativos vienen de nuevo, al punto que la municipalidad de Asunción intenta cercarla para evitar más gasto innecesario y la presencia de personas no deseadas.
Los niños tienen su espacio de recreación con un modesto parque que se encuentra hacia la calle Rodriguez de Francia. Todos los domingos, la cita es en la placita del barrio, para correr, amacarse, jugar en la casita de madera o el arenal.
Esta plaza tiene un monumento a la esperanza, realizada por el escultor Gustavo Beckelman inaugurada el 8 de febrero de 2006. Trozos de metal que van fundiéndose con el tiempo y los ajetreos diarios de los transeúntes y de los que a cada tanto moran allí.
02. Plaza DE LA DEMOCRACIA
Otro de los sitios asediados por invasores es la plaza de la Democracia, que desde sus inicios ha congregado una cantidad de personas para distintos reclamos, actividades partidarias, conciertos y hasta manifestaciones pacíficas.
Luchan en ella por sobrevivir las palmeras y el pasto que se encuentran a un costado de la plaza de hierro y cemento, en cuyo subsuelo alberga a los vehículos de las personas que utilizan el estacionamiento de la municipalidad.
La galería, que si no está muerta está moribunda, es otra de las tristes imágenes que proyecta la plaza. Funcionan allí, mal que mal, una oficina regional de la municipalidad de la ciudad, cajeros del Banco Nacional de Fomento y uno que otro comercio que sobreviven porque Dios es grande.
Para cruzar la plaza, desde los miradores enlatados, hay que bajar por unas escaleras que son mas mingitorios que pasadizos a otro sector del mismo sitio, que se encuentra frente al recordado Hotel Guaraní. La hediondez es insoportable, y el costo de los baños públicos puestos allí abajo son impagables por las malas condiciones en que se encuentran.
Alguna vez, en esta plaza, se veían los chorros de agua caer de la fuente que existía en ese lugar con coloridas luces que iluminaban los sectores arbolados de lo que hoy es puro cemento y una vaga infraestructura de metal hueco que solo junta agua en su interior para la proliferación de larvas de mosquitos…
También vemos unas esculturas de hierro oxidado, que aportan sus tristes semblantes de robot o animales a la plaza que alguna vez intentó ser la mas sofisticada y neológica de Asunción y hoy lucha entre edificios por mantenerse a salvo de las manos perversas de los que aportan “nuevas ideas” para mejorarla.
03. Plaza URUGUAYA
Esta plaza, no menos invadida que las anteriores, ha sabido conservar su extensa arboleda. Muy a pesar de que en tiempos pasados la municipalidad haya conseguido un convenio con algún banco de plaza para hermosearla.
Aquí los nuevos autores son los campesinos, que con sus costumbres y tradiciones hasta cocinaban a leña en el sitio. Chicos y grandes pasando penurias, frio, calor y hasta hambre, vivían de la solidaridad de las personas que nada tenían que ver con sus reclamos al gobierno.
Aquí también encontramos algunas estatuas no muy bien cuidadas pero sí encaladas. Blanqueadas con cal estas estatuas de época, aguantan el calor, el frio y el desprecio de todos, tal cual los visitantes cíclicos.
Uno de los más nuevos moradores de la plaza Uruguaya es el General Artigas, quien luego de una larga vida en la cabecera de la avenida que lleva su apellido, finalmente ha venido a parar en este sitio. Porque antes, en ese lugar, había una fuente y los niños la usaban de piscina y se armaba tremendo barullo entre los policías que intentaban desalojarlos y los que aunque no quieran vivían en esa fuente.
Las librerías que se encuentran en su interior también dan vida a la pequeña plazoleta que hoy, desplazada de su fama de sitio donde vamos en busca de “trabajadoras del sexo” hacen que aun sea atractiva cruzar por allí, no sin antes detenerse a mirar la tapa de un libro o comprarlas, porque no.
04. La plaza INDEPENDENCIA
La democracia ha dejado sus marcas en los paraguayos que hicieron, hacen y seguirán haciendo la historia del país desde sus más recónditos lugares ocupados en la sociedad. Estos sitios, también forman parte de la historia, escrita con verdades y mentiras, a veces con sufrimiento y a costa de gente inocente.
La plaza Independencia, que se encuentra frente al Congreso Nacional ha visto pasar manifestaciones “democráticas” de toda laya, una mas violenta que otra. Un mundo de mentiras, semi verdades y verdades rodean las actividades invasoras en esta plaza.
Aquí hasta perdieron la vida varios jóvenes, osaron trabajar francotiradores, y muchos otros etcéteras mas que la pobre plaza la tiene marcada, con sangre.
Imágenes cotidianas como estas, a veces pasan desapercibidas. Pero hoy, las recordamos con odio, otros con rencor y algunos con rabia e impotencia; porque todo lo que pasaron estos moradores furtivos, reclamando sus derechos fue hasta el momento sin resultados positivos.
¿Me das la razón?
TEXTOS Y FOTOS:
Juan Edgardo Lezcano Benítez | j.lezcano@hotmail.com
